Siempre he estado fascinado con "aprender". Para mí aprender es una habilidad (un "skill") y como toda habilidad podemos desarrollarla, medirla y mejorarla.
Además, por mi trabajo como profesor universitario y diseñador de programas de educación para emprendedores, le dedico mucho tiempo a pensar en cómo puedo ayudar a mis estudiantes a aprender mejor. Así llegué al concepto de densidad de información (la cantidad de información que tratamos de consumir en un período de tiempo).
Cuando tratamos de aprender mucho en un período de tiempo corto sacrificamos la efectividad del aprendizaje. Cómo evidencia de esto la Ley de Yerkes-Dodson demuestra que nuestro rendimiento o desempeño aumenta con nuestra excitación mental, pero sólo hasta cierto punto. Cuando la excitación mental es muy alta, el rendimiento disminuye porque nos da ansiedad, miedo, sentimientos de incompetencia.
Entonces, podríamos inferir hay un punto óptimo de densidad de información, y que después de ese punto no sólo no aprendemos más, sino que aprendemos menos.
¿Qué pasaría si en vez de querer aprender más (como nos han inculcado) tratamos de aprender menos? ¿Aprenderíamos más? Estos conceptos dicen que sí.
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