¿Cómo sé si mi vida puede ser mejor?
Cuando comencé mi día no sabía que iba a encontrar una respuesta épica a esta pregunta viendo videos para aprender más sobre lo que hace que una taza de café sea épica.
"Este café que me estoy tomando me sabe bien, lo estoy disfrutando, pero me da ansiedad pensar que podría ser mejor. Y si pudiera ser mejor, ¿cómo puedo saberlo para no limitarme a algo de menor calidad?"
Con esa frase comenzó el video (link) James Hoffman, el creador de contenido sobre café más popular del mundo. Tiene un canal de YouTube sobre café, la historia del café, cómo prepararlo y cómo tomarlo, con 2.14 millones de seguidores. En este video decidió tratar de definir a qué sabe una épica taza de café.
A los 35 segundos del video me di cuenta 🤯 que no estaba hablando de cómo saber si el café que estamos tomando es épico...
¡Estaba hablando de cómo saber si la vida que estamos viviendo es épica!
(La verdad es que no puedo saber si Hoffman lo hizo con esa intención, pero esa es la belleza del contenido: cada quién saca lo necesita.)
Para mí, a través de una taza de café, Hoffman le dió una voz a una preocupación que muchos de nosotros tenemos:
Tenemos una vida que disfrutamos, pero vivimos intranquilos pensando que podríamos — o peor todavía, que deberíamos — de tener una mejor.
Y si sí es cierto que nuestra vida podría ser mejor, ¿cómo sabemos cuál es la mejor vida que podemos tener para tratar de conseguirla?
¿A qué sabe la taza de café que tenemos en frente?
Si no sabemos las características que tiene el café, no podemos describir bien el sabor, solo "sabe a café".
La vida es igual. Si no sabemos analizar los componentes de nuestra vida, pues nuestra vida sabe a eso: a vida. Los elementos de nuestra vida se mezclan todos juntos y solo vivimos.
Podríamos creer que si nuestra vida es difícil, o privilegiada, o feliz o triste, que es sólo eso: una vida.
Lo bueno es que podemos aprender a conocer los componentes del café — y de la vida — para aprender a diferenciar un tipo de café del otro, entender cuál nos gusta más y si es el nivel de "épico" que andábamos buscando.
"Quiero convencerlos de que el café sabe a música. El café tiene sabores intensos y sabores base. Tiene sabores agrios, un dulce natural, algo de acidez — sabores my intensos. Pero cuando se mezclan bien son armoniosos." — James Hoffmann
Usando música como referencia, un "café épico" es uno en que los elementos están tan en armonía que uno no resalta más que los otros y desentone.
De la misma manera, no deberíamos de juzgar lo "épico" de nuestra vida sólo por el éxito profesional, o sólo por familia, o solo por nuestra salud. La vida tiene momentos donde unos elementos son más intensos y otros más base, y eso cambia en el tiempo, pero lo que importa es que estén en armonía.
Armonía no significa que todos tengan el mismo porcentaje de importancia o de tiempo, sino que se complementen aunque uno sea más intenso que el otro. Que uno sobresalga en detrimento de los otros, no es bueno.
Nat Eliason, un investigador y escritor sobre productividad, dice que buscando optimizar cada aspecto de nuestas vidas, hemos creado vidas "atomizadas" donde vemos cada parte de nuestra vida por separado, sin mezclarse.
Los amigos del trabajo se quedan en el trabajo, de ahi vamos al gimnasio que es una parte de la vida totalmente separada de nuestra familia, que es una parte de la vida totalmente separada de nuestros amigos.
Eliason hace un llamado a una vida "des-atomizada" porque dice que cada parte de nuestras vidas es más rica cuando interactúa con las otras.
O sea, el nivel de "épico" de nuestra vida no es que tan épico sea cada "átomo" sino lo épico de la armonía.
Todo café tiene los mismos elementos que definen si es "épico" o no — desde el instantáneo hasta el del barista campeón del mundo — pero cada café los tiene presentes de diferentes maneras.
No es la calidad o cualidad de un solo componente que define un café "épico", sino la manera en que las características de cada componente juegan juntas.
Según Hoffmann, estos son los elementos que definen si un café es "épico" o no — mientras los leen, piensen cómo puede aplicar para saber si nuestras vidas son épicas:
Vale la pena entender un poco más el tema del aroma porque hay un truco.
Químicamente, el café tiene demasiados aromas y, por ende, sabores. Son más de los que podemos experimentar al mismo tiempo, entonces el cerebro escoge unos y desecha otros para poder hacer sentido de lo que está pasando.
Nuestro cerebro está hecho para escoger los aromas y construir un perfil de sabores que es único a cada uno de nosotros. El cerebro se basa en información del contexto en que estamos y de nuestras experiencias para escoger qué aromas darnos. Puede usar el color de la taza de la que estamos tomando, la temperatura del día, la acidez del café, otras experiencias de café y comida que hemos tenido en el pasado, etc.
2 personas que toman la misma taza de café van a experimentar un sabor diferente.
Por eso, dice Hoffman, cuando se trata de preferencias de sabor "sus gustos son immunes a crítica". Nadie puede juzgar a nadie por el café que le parece "épico" porque todo el mundo experimenta el café diferente.
¿Es lo mismo para nuestra vida? ¿Todos la experimentamos diferente? ¿Cuáles son los elementos que debemos de analizar para saber si nuestra vida es épica?
Nuestra vida también la podemos sentir pesada y densa o liviana delicada, como el la textura del café.
Los momentos densos no son malos necesariamente, podemos estar en medio de una maestría o trabajando en crecer en nuestra relación o cambiando patrones no producentes de nosotros mismo. Es denso, pero nos hace orgullosos porque estamos logrando algo que queremos. Los livianos pueden sentirse increíbles por sí mismos, pero lo que importa es cómo esa textura de nuestra de nuestra vida combina con lo demás.
Entender el concepto de "claridad" para los sabores del café me abrió los ojos. Podemos tener todos los sabores correctos, pero si no son claros, no podemos apreciarlos.
De la misma manera los elementos de nuestra vida pueden ser borrosos o claros. Si nos despertamos y vamos a trabajar en automático, si no estamos presentes con nuestra familia, si no nos conocemos a nosotros mismos, nuestros pensamientos y nuestras acciones, si hacemos las cosas por las razones equivocadas, por inseguridad o por cumplir, entonces estamos viviendo una vida borrosa.
En una vida borrosa tenemos una familia preciosa en fotos, un buen trabajo, éxito — pero no lo podemos apreciar.
Si para el café los métodos de preparación mejoran la claridad, ¿cómo se puede mejorar la claridad de nuestra vida?
Podemos prepararnos mejor para vivir.
Podemos mejorar la claridad con ayuda de un profesional que nos guíe a conocernos más a nosotros mismos. Eso nos ayuda a entender por qué hacemos lo que hacemos, cómo funciona nuestra mente y nuestras emociones. Podemos estar más presentes, sin comparar nuestras vidas a las de los demás, eso nos va a dar claridad.
Podemos mejorar la manera en que nos hablamos a nosotros mismos, en que tomamos decisiones y la gente que nos rodea para estar mejor preparados para vivir.
También podemos trabajar en nuestro Diseño de Vida. Definir lo que es realmente importante para nosotros (y no para otras personas) y diseñar nuestros días para que asegurar que estamos avanzando en esas cosas.
Finalmente, entender los aromas de un café y cómo el cerebro convierte eso en sabores me ayudó a entender cómo analizamos nuestras propias vidas.
Nuestro cerebro toma miles de átomos que salen del café, de ahí escoge cuáles dejarse y cuáles desechar y eso lo convierte en el sabor que experimentamos. Nuestra vida está llena de "átomos" que nuestro cerebro tiene que escoger dejarse o desechar.
Esos átomos son nuestras creencias de quienes somos y qué es una buena vida. Es lo experimentamos en el día a día, es la conversación que tenemos con nosotros mismos. Es si agradecemos o sufrimos por lo que nos pasa. Son nuestras heridas y orgullos de nuestro pasado. Esos átomos son el lugar donde estamos, los eventos que están sucediendo, la opinión de los demás. Dependiendo de qué átomos nuestro cerebro decide desechar o dejarse percibimos la vida diferente.
Eso significa que la percepción de nuestra vida no es "real" — es lo que nuestro cerebro está interpretando en el momento.
Podemos cambiar la interpretación de nuestra vida, igual que podemos cambiar el aroma del café si nos movemos a otro lugar o el color de la taza.
Si podemos cambiar nuestras creencias, nuestra conversación interna, la manera en que percibimos las experiencias pasadas, las vidas contra las que nos juzgamos y a lo que estamos expuestos en el día a día (personas, RRSS, acciones) — el sabor de nuestra vida va a ser diferente.
No hay una "textura de vida" o "claridad de vida" o "sabor de vida" que sea mejor que otra, lo que importa es que la combinación de las tres nos guste a nosotros y nos acerque a lo que queremos.
Siempre puede haber un mejor café. No existe el café "perfecto". Siempre se puede mejorar la calidad del agua, o la molida del café, hasta la taza o el lugar donde lo estamos tomando para hacerlo mejor.
La mejor pregunta no es si puede haber un mejor café, la meta no es comparar la taza que tenemos en frente contra la que tienen en frente otros.
Es más útil preguntarnos si el café que tomamos regularmente realmente nos gusta y satisface, o si estamos cayendo en la trampa de tomar café "feo" sabiendo que es feo sin cambiarlo.
No importa el tipo de café que estamos tomando, instantáneo o premium, si en realidad nos satisface. El error es saber que el café que tomamos no nos gusta, ni nos satisface sin buscar alternativas.
De igual manera no hay una vida mejor que otra. Todas las vidas son valiosas. El error es vivir una vida que no nos satisface sabiendo que no no nos satisface o comparar la que sí nos satisface contra la que creemos que nos debería de satisfacer.
Una vida épica es en la que hemos definido los elementos y características ideales para poder medir y saber si la vida que estamos viviendo es la que queremos o no.
Pero también una vida épica es apreciar y disfrutar de la armonía que tenemos en el momento mientras buscamos las maneras de mejorar — según nuestras preferencias — la textura, claridad y aromas/sabor de la vida que estamos viviendo.
"Great coffee is worth chasing. It's the wonderful thing you can sprinkle into your every day life for a little bit more joy", dice Hoffmann.
Yo creo que parte de una vida épica es la ilusión y aspiración de alinearnos más a nuestra vida ideal.
Pero con cuidado:
Es épico querer aprender a hacer "mejor" café según lo que vamos aprendiendo, pero si ese proceso de hacer mejor café nos hace tener ansiedad, miedo o hasta odio con la vida que estamos viviendo entonces no vale la pena.
La vida, como el café, depende de armonía, de entender nuestra preferencia personal, de aprender a apreciar lo que tenemos enfrente sin agobiarnos por lo que tienen en frente los demás e, importantemente, aprender a acercarnos más a lo que sabemos que puede ser.
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