Es imposible saber si el resultado de una decisión va a ser bueno antes de tomarla. Tampoco se puede saber durante el proceso.
Pero es hiper posible saber — ¡en el momento! — si fue una buena decisión o no.
Hay una diferencia sutil, ¿la ven?
Una cosa es que una decisión me dé unos resultados que yo quisiera o creería que me tiene que dar y otra cosa es haber tomado una buena decisión — independientemente de los resultados que me de.
Tomar la decisión y recibir los resultados son dos cosas diferentes que deberían de llevar dos procesos mentales diferentes.
Tatiana me pidió que habláramos de decisiones y cómo no auto sabotearse. Le pedí que me diera más contexto:
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Dejé mi trabajo para emprender algo propio. Estoy demasiado emocionada, tengo demasiadas ganas y la resolución de trabajar duro en esto. Pero....
También tengo demasiadas dudas. Tengo un hijo que mantener, una casa, cuentas por pagar y otro montón de responsabilidades.
Entonces uno comienza a decir: "¿Le doy o no le doy? ¿Hice lo correcto o no? ¿Me devuelvo? ¿Busco un trabajo fijo mientras hago esto por si acaso no funciona?"
¿Cómo lidio con este cambio? ¿Cómo no me autosaboteo?
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¿Suena conocido, verdad?
Todos hemos pasado por esto: comenzar un nuevo regimen de salud, dejar una relación, comenzar una relación, volver a la universidad, vender la empresa, vender la casa, comprar casa, hasta decidir si nos cortamos el pelo corto o no.
¿Qué pasa si la decisión que tomé no me da lo que yo quería?
Nos da miedo pensar en dedicarle recursos, energía y tiempo a algo y que no nos de los resultados que estábamos esperando. Y, para sumarle, nos da miedo "perder" el tiempo o "perder" los recursos por haber tomado una mala decisión.
Todo ese miedo nace de una creencia que es la decisión misma la que produce los resultados.
Es imposible saber el resultado de una decisión antes de tomarla. El resultado está en el futuro y el futuro no ha pasado.
El problema es que tomamos decisiones como si estuviéramos jugando ruleta en el casino. Apostamos a que un futuro se va a dar. Si se da, ganamos. Si no se da, perdimos.
Claro que así tomar decisiones da miedo. Si a partir de una decisión voy a ganar muchas fichas o perderlas todas, claro que me va a dar miedo tomarla. Aún cuando decida apostarle al 33 y empuje todas mis fichas, voy a estar ansioso y cuestionándome mientras la bolita da vueltas.
Apostamos sobre los resultados esperados y basamos la apuesta cómo vemos nuestra realidad hoy y la historia que nos contamos acerca del futuro.
Resultado Predecido = (percepción de hoy) x (historia que me cuento sobre el futuro)
Los humanos sufrimos de lo que llaman "Loss Aversion": le damos más importancia a lo que podemos perder que lo que podamos ganar.
Entonces, si nuestra percepción del futuro o nuestra percepción de hoy es negativa o no tan alta, nos va a costar más tomar una decisión o confiar en ella aún si la tomamos.
Eso es lo que le está pasando a Tatiana.
¡Tatiana tiene una percepción de hoy buena! Está emocionada, tiene ganas. Pero tiene una historia sobre el futuro negativa: cree que puede dejar a su hijo sin comer o perder la casa. Lo positivo de hoy se multiplica por lo negativo de mañana y el resultado es negativo.
Tomó la decisión pero sigue ansiosa porque su percepción del resultado es negativa.
Hay una manera de cambiar nuestra percepción del resultado que vamos a obtener de una decisión: mejorar nuestra percepción de nuestro estado hoy y contarnos una historia positiva sobre el futuro.
Pero deberíamos de estar practicar separar la decisión del resultado.
En febrero de 2020 yo tomé la decisión de divorciarme. También tomé la decisión de darme un sabático de 6 meses y no renovar el contrato de consultoría más grande que tenía que terminaba en marzo 2020.
Esas 2 decisiones las tomé buscando acercarme más y maximizar mis pilares de Diseño de Vida:
La decisión de divorciarme me alineaba más a la mi Diseño de Vida en Familia, Salud y Crecimiento Personal mientras que la decisión de tomarme un sabático comenzando en marzo maximizaba poder explorar mi Creatividad, hacer cosas de más Impacto y mi Crecimiento Personal.
Y de repente, en marzo 2020 llegó COVID a Costa Rica.
Durante todo el 2020 y gran parte del 2021 tuve cero ingresos. Ninguna empresa estaba contratando para cosas no esenciales y yo había decidido no renovar mi contrato.
También durante todo ese tiempo sin ingresos tuve que manejar un proceso muy emocional, aprender a vivir una vida nueva como co-parent y tener responsabilidades financieras altas todo mientras nadie sabía que iba a pasar al día siguiente, mucho menos dentro e 1 año.
Los resultados de mis decisiones no eran para nada lo que yo quería: cero ingresos, estrés, carrusel emocional y miedo en lugar de tranquilidad financiera mientras exploraba nuevos caminos profesionales y construía mi vida personal de nuevo.
¡Pero! (Hay un pero muy importante aquí).
Esos resultados no tienen absolutamente ninguna influencia sobre si las decisiones fueron buenas o malas.
Las decisiones fueron buenas. Los resultados no. Son dos cosas diferentes.
Con Diseño de Vida no tomamos decisiones para apostar y ver si logramos vivir la vida que queremos o no.
Las decisiones de Diseño de Vida son más una confirmación de que le vamos a dedicar los recursos, energía y tiempo a las cosas que son más importantes para nosotros.
Una buena decisión es la que prioriza nuestros pilares de Diseño de Vida, sean los que sean. Una buena decisión es la que se toma con la consciencia de cómo se van a dedicar recursos, tiempo y energía y comprometiéndonos a hacerlo. Una buena decisión es la que se toma haciendo las paces con no dedicarle esos mismos recursos a otras cosas que no son tan importantes.
Las decisiones que yo tomé en febrero 2020 fueron buenas porque tenía claridad de que las estaba tomando para maximizar las cosas más importantes de mi Diseño de Vida y me generaron paz en el momento.
Es imposible prever lo que puede pasar en el futuro. Es imposible ver venir un COVID, un despido, una traición, una enfermedad o un accidente. Es imposible saber si un emprendimiento va a funcionar. Y, sobretodo, es imposible saber cómo esos imprevistos van a afectar los resultados de nuestras decisiones.
Por eso no podemos tomar decisiones basadas en lo que creemos que van a ser los resultados porque esos resultados dependen, en un grado altísimo, de suerte.
“What makes a decision great is not that it has a great outcome. A great decision is the result of a good process." — Annie Duke, campeona mundial de poker y autora
Buena Decisión = (Claridad de lo que es importante) x (Compromiso a tratar de maximizarlo)
No me sé los pilares de Diseño de Vida de Tatiana, pero si tomó la decisión porque tiene claro lo que es importante y está comprometida en dedicarle sus recursos, energía y tiempo a maximizar lo que es importante entonces la decisión es buena sin importar el resultado.
No quiero decir que nada más decidamos sin tomar en cuenta las preocupaciones y riesgos reales como los de Tatiana de poder mantener a su hijo y no perder la casa.
Tomar una buena decisión de Diseño de Vida que maximice lo importante no significa que ignoramos los riesgos. Significa que sabemos que hay riesgos y vamos a hacer todo lo necesario para resolver cualquier eventualidad que venga porque nos comprometimos con la decisión que tomamos.
“Don’t worry about making the right decision. Make the decision right.” — Dr. Ellen Langer, Harvard Psychologist
Tatiana tiene claro lo que le da miedo, entonces puede hacer lo necesario para resolverlo. Ella lo dijo: podría conseguir un trabajo medio tiempo mientras emprendo para no sacrificar el bienestar financiero de mi familia. Ya sabe como "make the decision right" en caso de lo que necesite.
Podemos tener planes para las cosas que nos dan miedo. ¿Qué hago si me enfermo? ¿Qué hago si mi socio decide irse mañana? ¿Qué hago si.....?
Una buena decisión también decide lo que vamos a hacer si pasan las cosas que tenemos que pasen.
“Invest in preparedness, not in prediction.” — Nassim Taleb
Durante 2020 yo logré hacer que mis decisiones fueran las correctas. Aproveché cada segundo para dar webinars gratis que crecieron mi audiencia un montón, crear productos digitales que nunca hubiera creado de otra manera y aprender y estudiar temas que ahora son claves para mi trabajo. Aprendí muchísimo de cómo ser un co-parent y pasé más tiempo con mi hija que lo que hubiera pasado de otra manera.
Tomé buenas decisiones basadas en mi Diseño de Vida y cuando la suerte afectó los resultados me esforcé por "hacer que la decisión fuera correcta".
Puntos extra: otra manera de "make the decision right" es cambiar cómo definimos el resultado exitoso de esa decisión.
Si Tatiana define, desde ya, que el éxito de su decisión es experimentar lo que es emprender entonces no hay manera de que el resultado no sea exitoso. Podría también definir "éxito" como invertir dinero para aprender de negocios en vez de ir a sacar un MBA. En ese caso, mientras aprenda, no hay manera que el resultado no sea exitoso.
La única persona que puede definir nuestro éxito somos nosotros. Y si podemos definir nuestro éxito, definámoslo de la manera que nos convenga.
La mejor decisión es la que tiene un buen resultado independientemente de sale "bien" o "mal".
Como decía Mr. Miyagi: "Daniel-san, only fight when you know you are going to win."
Si tomamos decisiones que maximicen nuestros pilares de Diseño de Vida, siempre vamos a ganar. Si definimos "éxito" para cada decisión de acuerdo a ese Diseño de Vida, siempre vamos a ganar. Si nos comprometemos a "make the decision right" pase lo que pase, siempre vamos a ganar.
Una decisión puede ser una apuesta que ganemos o perdamos, o puede ser una confirmación de que tenemos clara la vida que queremos vivir y queremos dedicarle los recursos, tiempo y energía a acercarnos a vivirla.
Cero spam. Sólo mis mejores ideas y de vez en cuando anuncio de productos épicos diseñados para ayudarles a diseñar sus vidas y/o mejorar sus habilidades de negocios.
Gracias por leer. Realmente hace una diferencia. Mi meta es ayudar a 5,000 personas a tomar acción en su diseño de vida y sus proyectos profesionales. El año pasado logré apoyar a 1,890 personas a través del newsletter, 300 personas a través de recursos gratis y 217 personas a través de mis talleres, cursos y productos digitales.
