Cómo tomé la decisión de abandonar mi profesión y hacer otra cosa

January 10, 2020
Ese no soy yo :) (unsplash.com)

En el 2010 mi hermano gemelo, Piqui (Joaquín), que para ese entonces ya era emprendedor, me dijo que porque no le ayudaba con algunas cosas de la empresa que estaba montando él. Le dije que sí. Eso duró poco porque, bueno….trabajar con un gemelo que es diferente a uno es difícil, pero después de eso ya era emprendedor. Ya no iba a volver.

Me hicieron esta pregunta por DM en Instagram y creo que he contado varias versiones de la historia en diferentes plataformas, pero nunca he realmente ahondado en el tema. Tratemos de entender cómo pasó y qué qué lo que pasó realmente cuando decidí no ser ingeniero y dedicarme a emprender.

Creo que es muy importante analizar algunas cosas para entender porque “dejé botada la carrera”.

¿Por qué Ingeniería?

Una persona decide estudiar medicina porque desde los 5 años sabe que quiere hacer eso por el resto de tu vida. Lleva cursos extra en el cole para estar mejor preparado para la carrera o va a la oficina con su papá o abuelo que es doctor para aprender más sobre ese mundo.

Esas personas existen. En estos casos hay una razón e impetú muy puro, una vocación. Hay rumbo y se ha dedicado tiempo y esfuerzo para encaminarse en ese rumbo. Épico.

Para muchos otros, esa vocación pura nunca existió.

Entonces, escogemos carreras profesionales por otras razones — que no dejan de ser válidas pero que no tienen su raíz real en lo que nos define a nosotros mismos cómo personas:

  • proyección de la profesión a futuro
  • gusto por la materia
  • posibilidad de generar ingresos
  • tradición familiar

Eso no tiene nada de malo. El sistema de educación por el que pasamos no está diseñado para ayudarnos a entender quienes somos y qué podemos hacer, sino para crear una base “intelectual” y de habilidades generales con un sistema anticuado.

**Además, es importante mencionar que es muy difícil a los 17 años saber lo que nos define como personas, pero creo que esas personas que tienen vocaciones claras desde jóvenes ya tienen una buena idea.

En mi caso personal siempre fui, desde niño, una persona con muchos intereses. Me gustaba pintar, me gustaba leer, era bueno en mate y ciencias, pero tenía una fascinación con marcas de “streetwear” y patineta. Podía aprender cosas relativamente rápido: piano, bajo, a patinar, jugaba fut, basket y volleyball en los equipos del cole, además iba a equitación y competía internacionalmente. Pasaba dibujando todo el día y estaba super celoso de Fede Rodríguez, un mae como 2 años menor, que era un artista en serio.

Mi papá es abogado. Mi mamá abogada. Mi tío: abogado.

Cómo que en mi casa nunca se habló de que “teníamos” que estudiar tal cosa o la otra, pero de alguna manera las conversaciones hacia carreras tradicionales eran más motivadas que hablar de querer ser artista o diseñador.

De hecho me acuerdo que en el cole podíamos escoger electivas y yo quería llevar arte. La gente cool llevaba arte, yo quería. Pero no, tiene que llevar francés. Ok, llevé francés. Y aprendí a hablar francés super bien.

Eso creo que además me hacía pensar más en que tal vez tenía que dedicarme a estas cosas tradicionales. Podía aprender a hablar francés y se me hacía fácil mate y así, pero me costaba mucho dibujar.

De fijo, entonces, es que tenía que dejar de inclinarme por las carreras artísticas. ¿Verdad? No sé, eso pensaba y eso era lo que la gente me decía o me hacía entender.

Entonces a la hora de la hora, teniendo todas estas dudas a los 17 años decidí estudiar Ingeniería Civil. Era como cool, mis compas lo iban a estudiar y eran materias que no se me hacían difíciles.

PISTA #1: ESCOGÍ UNA CARRERA PARA LA QUE NO TENÍA VOCACIÓN, CON MUCHAS DUDAS SOBRE MÍ MISMO Y MI FUTURO PROFESIONAL.

¿En qué era bueno?

Me acuerdo que desde adolescente lo que más me ha caracterizado es preguntarme por qué las cosas se hacen de cierta manera y pensando cómo se podrían hacer de otra manera. Todavía lo hago. Lo he hecho desde que me acuerdo.

  • ¿Por qué no podía tener tatuajes?
  • ¿Por qué la sociedad pensaba cosas ridículas sobre cómo alguien se ve?
  • ¿Por qué hay que trabajar como loco todo el día?
  • ¿Por qué esa empresa vende esas cosas? ¿Por qué hicieron ese anuncio?

Además pasaba viendo cosas que construían comunidades.

  • ¿Por qué usar camisetas Bad Boy en el cole era cool?
  • ¿Cuáles eran los tennis para ser cool? (Airwalks y Vans, btw)
  • ¿Quienes escuchaban cuál música?
  • ¿Adonde iban los de tal cole?

Era como una antropólogo amateur y ni siquiera me estaba dando cuenta.

Todo el tiempo que estuve estudiando Civil, y hasta cuando trabajé como ingeniero un par de años, pasé pensando en otras cosas.

No estaba haciendo cosas, solo pensando.

Hablaba mucho con mis amigos de música y diseño y arte. De una manera super superficial, pero igual.

En la oficina pasaba leyendo blogs de startups de tecnología porque me fascinaba que había gente construyendo lo que ellos querían y que creían que iban a cambiar el mundo, no solo yendo a trabajar y seguir órdenes.

**A todo esto, yo nunca he tenido problema con seguir órdenes, pero si ese trabajo es útil para mí y crea algo más grande. Sino no. Yo nunca quise ser emprendedor para “no tener jefe”, sino para poder construir cosas.

Pasaba horas en la oficina y en la casa viendo páginas de logos y tratando de dibujar logos para empresas que veía o que me inventaba.

Pero sobre todo pasaba pensando que en negocios. No por querer ser emprendedor, sino por pensar. ¿Qué podría hacer un negocio bueno en Costa Rica? ¿Cuáles negocios funcionaban y por qué? ¿Cuáles negocios no funcionaban y por qué? ¿Cómo se podían hacer startups como los gringos aquí en CR?

Aprendí a pensar a mí manera y era lo único que hacía. Aprendí a aprender cosas online, a escribir ideas de negocios, de preguntas existenciales y de diseño y hacer investigación de las cosas que me parecían interesantes.

PISTA #2: ME DÍ CUENTA QUE ESTABA DEDICANDO TODO EL TIEMPO QUE PUDIERA A PENSAR Y APRENDER SOBRE OTROS TEMAS QUE NO ERAN INGENIERÍA.

¿Qué tipo de vida quería vivir?

En la época de mi vida durante la U y mis primeros años de trabajo la verdad siento que estaba muy perdido. Tal vez ni siquiera perdido, sino como que estaba batallando mucho con la idea de que iba a vivir una vida que no me parecía chiva.

Lo que me parecía chiva era lo que comenté en el punto anterior, pero yo sabía que no podía ser eso. Ya como que había tomado esa decisión cuando decidí estudiar ingeniería.

A los 25–27 años ya no hay nada que hacer, ¿verdad? Eso no se hace. Ya a esa edad hay que estar encaminado para cierto tipo de vida.

Pasaba mucho tiempo hablando de todas estas ideas con mis amigos en Bar Arenas en Escazú muchas noches por semana.

Pasaron dos cosas que me ayudaron ahí, en Arenas:

  1. Una vez alguien subió una foto a Facebook (era cool en ese entonces) en la que yo salía atrás. Una muchacha comentó en la foto, “mae, ese mae de azul siempre está ahí”. Ish, qué feo ser conocido como “el mae que siempre está en la cantina del pueblo”. Ouch.
  2. En Arenas nos hicimos amigos de un grupo de señores de diría como de 45–55 años. Todos tenían buenos bretes y llegaban en buenos carros. Eran super tunas. Un día fui con un amigo, nos sentamos en la barra donde siempre, y estaban esos señores del otro lado. Me volví a mi amigo y como sorprendido le dije “ojo, esos rocos siempre están aquí, vienen todos los días”. Conversamos un poco de si tendrían familias o no, y que era raro que uno señor estuviera haciendo las de un carajillo. Y en eso me cayó: si yo sabía que ellos estaban ahí todos los días, era porque yo estaba ahí todos los días.

Ese dos cosas me pusieron a reflexionar muchísimo sobre lo que significaba tener una vida “chiva”, provechosa, útil. Me puse mucho a pensar que quería hacer con mi vida y podía hacer para lograrlo.

Si seguía en ingeniería tal vez podía tener los carros que tenían esos maes o que se esperaba que tuviera yo por supuestos sociales. Pero tal vez iba a pasar todos mis días queriendo construir cosas que no podía construir y en la barra de Arenas como esos señores.

O podía tratar de sacarme de la manga una profesión que no sé ni que es (todavía) para que la que no había estudiado que me permitiera pensar y aprender y diseñar y construir.

No pasó de un día para el otro, pero un día en el 2010 llegó mi hermano gemelo y me pidió que le ayudara en un proyecto que tenía.

Y le dije que sí.

PISTA 3: LOGRÉ VER EL FUTURO DE LA VIDA QUE ESTABA VIVIENDO Y NO ME GUSTÓ PARA NADA. PERO NO SOLO NO ME GUSTÓ, SINO QUE LO CUESTIONÉ Y BUSQUÉ ACTIVAMENTE CAMBIARLO.

⚠️Aclaración super importante ⚠️

Una de las cosas que permitió dejar mi trabajo de ingeniero es que tengo el privilegio de que en ese momento estaba soltero, no tenía hijos y vivía con mis papás que aceptaron darme de comer y darme techo mientras solucionaba mis futuro profesional.

Si tienen obligaciones personales o familiares creo que es imperativo agregarle una parte más a sus historias que es construir las bases para un futuro económico que cubra las necesidades personales y/o familiares antes de tomar una decisión de este tipo. (Esto se puede hacer con “side projects”).

Podemos hablas más de eso también.

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¡Épico! — Juan

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