Conformarse es la meta

October 13, 2024

“Siento que me estoy conformando y me da miedo”.

Le pregunté a Irene si había algo de su Diseño de Vida sobre lo que tuviera preguntas o que quisiera pensar más.

En realidad me dijo que “está feliz y satisfecha pero que sentía que se estaba conformando y que eso le daba miedo”.

He escuchado hablar de “conformarse” toda mi vida, pero hasta hoy me saltó algo curioso:

Si estamos felices y satisfechos donde estamos, ¿porque pensamos que conformarnos con eso es algo malo?

¿Conformarse no es malo?

Conformar significa, etimológicamente, darle forma a algo hasta que se ajuste.

Si estamos viviendo de acuerdo a nuestro Diseño de Vida o de manera que nos estamos acercando a nuestros ideales de Diseño de Vida entonces, por definición, nos estamos conformando. Le estamos logrando dar forma a nuestra vida para que se ajuste a un ideal.

Conformarse no es malo. Estar conformes implica que nuestra vida está suficientemente bien para que estemos bien con eso.

Cuando escuché a Irene decir que le daba miedo conformarse, lo que oí es a alguien decir que le da miedo no querer más o no hacer más y quedarse corta con la vida que quiere vivir.

De hecho, la RAE, dentro de las definiciones de “conformarse” incluye “darse por satisfecho con algo”.

La meta, según lo que he podido entender a mis 41 años de edad, es vivir felices, satisfechos y en paz. Si la vida que tenemos hoy nos da eso, ¿por qué es malo conformarse con eso?

¿Será que no tenemos tan clara cuál es la vida que nos va a hacer felices y sentir paz y por eso creemos que necesitamos más a pesar de estar felices?

¿Será que querer más a pesar de que tenemos mucho viene de una inseguridad de no saber lo que queremos y creer que si compramos más números de lotería vamos eventualmente a sentir que pegamos el premio?

Hablamos de conformarnos como si adaptarnos a vivir la vida que nos hace felices — y no más que eso — fuera mediocre. Se siente como  como que llegar a cualquier meta de vida sigue siendo un logro inferior porque siempre hay algo mejor y tenemos que querer ese mejor siempre.

“It’s not very cool to say you’re satisfied with what you’ve got.” — Chris Williamson

¿Cuándo podemos estar conformes y felices y no sentir que necesitamos más?

¿La respuesta es ser ambiciosos?

Al otro extremo de conformarnos está la ambición. 

Mientras que hablamos de “conformarnos” con una connotación negativa de pasividad o de falta de energía, hablar de ser “ambiciosos” tiene connotaciones positivas de esfuerzo constante, de querer más y de rechazar la mediocridad.

¿Pero es positivo querer más siempre?

De hecho, la palabra ambición tiene sus raíces en el latín ambitio que significaba "el hecho de ir alrededor" o "deseo de honor o poder” y proviene de la antigua Roma donde los políticos “iban alrededor” para ganar favores y conexión para tener mejor posición político e influencia.

Ser ambicioso, estrictamente hablando, es vivir la vida esforzándonos para quedar bien con otras personas. 

La palabra ambición no resuena conmigo porque implica vivir por cumplir estándares externos, que no hay definición clara de lo que estamos tratando de alcanzar y que nunca voy a saber cuándo llegué. A mí me suena como una receta de ansiedad e insatisfacción perfecta.

Sin embargo, sí tiene un componente de esfuerzo y energía que no quiero perder porque me parece muy valioso.

Mi ideal es ver la ambición no como un deseo insaciable por lograr más, sino de hacer el trabajo por entender cuál es la vida que realmente queremos vivir porque nos haces felices y plenos y — partiendo de ahí — comenzar a moldear (conformar) nuestras creencias, acciones y sacrificios que hacemos para alinearnos a ese Diseño de Vida.

Si vemos la ambición como el esfuerzo de conformar nuestra vida a nuestros propios ideales y valores de una vida bien vivida, entonces la ambición es positiva.

Si en cambio, nuestra ambición nunca nos va a dejar estar conformes con todo lo que hemos logrado porque siempre podemos lograr más, entonces tienda más hacia lo negativo.

Yo quisiera cambiar el concepto que usamos hoy de “ambición” por “aspiración”.

Aspiración viene del latín “respirar hacia”. O sea, literalmente vivir para algo.

Es una palabra que refleja ese “esfuerzo por algo” que es significativo porque solo podemos “aspirar” a algo que realmente se alinea con la vida que queremos vivir. Aspiración es, entonces, vivir la vida esforzándonos por quedarnos bien a nosotros mismos mientras buscamos nuestro ideal de realización personal — nuestro Diseño de Vida.

La meta es estar conformes

La meta de mi vida es tener la confianza de que estoy acercándome cada vez más a mis valores y principios de mi propio Diseño de Vida. Esa confianza me hace feliz, satisfecho y me da paz. 

O sea, quiero estar conforme. Quiero tener confianza de que estoy conformando mi vida a ese ideal.

La única manera de estar conforme es tener clarísima la vida que quiero vivir.

De lo contrario nada de lo que logre o alcance me va a dar felicidad y paz. Siempre voy a creer que necesito más, nunca voy a poder saber cuándo logré una “buena vida” porque no sé cuál es mi buena vida.

Esto no es un llamado a la mediocridad, es un llamado a no presionarnos por querer más arbitrariamente a pesar de que estamos felices y satisfechos.

Si sabemos la vida que queremos vivir y no estamos ahí, querer esforzarnos por llegar al ideal es épico. Deberíamos aspirar a vivir nuestro Diseño de Vida.

También es la meta aprender a estar felices con haber logrado conformarnos a ese ideal.

La RAE también tiene otra definición para conformarse: “reducirse voluntariamente a hacer o sufrir por algo que nos repugna”

Si nos estamos conformando a algo que es menos de lo que queremos para nuestra vida, al punto, que nos repugna entonces sí, conformarse es malo y debería de darnos miedo.

Cuando analicemos si estamos siendo conformistas podemos ver 2 casos:

  1. Nos estamos reduciendo a aceptar algo que nos repugna porque nos da miedo o inseguridad el esfuerzo de aspirar a más.
  2. Estamos logrando logros pero sentimos que “tenemos” que querer más y eso no nos permite seguir estando felices.
  3. Estamos logrando alinearnos a nuestro Diseño de Vida y nos sentimos felices y satisfechos.

El primer caso requiere claridad y acción. El segundo caso requiere más claridad sobre la vida que realmente queremos vivir (definir nuestro Diseño de Vida). El tercero es la meta, si estamos ahí ya ganamos.

Yo quiero estar conforme con dar el esfuerzo para vivir de acuerdo a mi Diseño de Vida y no sentir que necesito más.

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