Todo en la vida tiene un costo.
Para movernos tenemos que usar energía, para tener energía tenemos que comer, para poder comer tenemos que trabajar (ya sea para cazar, para cosechar o para tener dinero que podamos intercambiar por comida).
No todo es dinero, pero todo tiene un costo.
El costo que más cuesta es uno que no se puede ver, pero que es tan real que nos afecta la vida. Cuando lo entendí y comencé a entenderlo, me cambió la vida.
El costo fantasma 👻 es el que sólo se siente y existe si nosotros mismos creemos que existe.
Por ejemplo: lanzar un producto, hablar en Instagram o dar una charla son todas cosas que, para mí y la mayoría de gente con la que hablo, tienen un costo fantasma: el miedo de que la gente juzgue lo que hicimos.
Es un costo fantasma porque no es real. Para este ejemplo, la pura verdad es que la gente no nos va a juzgar, aun si no le gusta nuestro proyecto. pero sí se puede sentir como algo muy real si creemos que es real. Se siente tan real que se convierte en un obstáculo mental y físico que tenemos que sobrellevar para poder hacer lo que queríamos hacer, o sea se convierte en un costo que tenemos que pagar.
Estos costos fantasmas se convierten en consecuencias reales y tangibles de dos maneras:
Por otro lado, la gente que no tiene esas creencias “fantasma” no tiene ese costo. No tienen que sobrellevarlo y no tienen que pagarlo, de ahí que para ese gente es "más barato" hacer esas cosas épicas.
Pero no es sólo que se “ahorran” el costo, ¡más bien es casi como una inversión! Es como heredar un apartamento a los 18 años: nos ahorramos todo el costo del alquiler o hipoteca ¡pero además podemos usar ese dinero para invertir! Si no tuviéramos que pagar el costo fantasma podríamos usar toda esa energía y ancho de banda mental para cualquier otra cosa que queramos: familia, amigos, hobbies u otros proyectos que nos generen resultados profesionales o de vida.
No tener estos costos fantasma multiplica oportunidades.
Costos fantasma que he visto y/o vivido:
¿Cuáles me faltan?
Yo soy miedoso, mucho. Pregúntenle a mi familia y amigos y por favor no me pongan a ir a la cocina cuando todas las luces están apagadas. Yo racionalmente no “creo” en fantasma pero siempre me da miedo que me salga uno en la montaña en la noche.
Esa es mi relación con casi todos los costos de arriba: racionalmente no creo en ellos, pero emocionalmente es otra historia. Estoy trabajando en eso.
Cero spam. Sólo mis mejores ideas y de vez en cuando anuncio de productos épicos diseñados para ayudarles a diseñar sus vidas y/o mejorar sus habilidades de negocios.