Me cuesta mucho escoger. No sufro de “parálisis por análisis”, más bien es un síntoma de tratar de hacerlo todo.
Al final paralizarse o tratar de hacerlo todo viene del mismo lugar: miedo, inseguridad. No queremos escoger mal, no queremos fracasar. Creemos que tenemos solo una oportunidad para lograrlo entonces tenemos que escoger bien a la primera.
Tanto los que no escogen como los que escogemos todo estamos buscando lo mismo: no arrepentirnos.
Este año he logrado mejorar y escoger más, enfocarme más. He ido entendiendo que en la vida, *para poder levantar algo importante y sostenerlo con dedicación, tenemos que dejar otras cosas en el suelo.* Y es que esa es la naturaleza de escoger: no es escoger una cosa importante sobre otras cosas que también son importantes, sino que el acto de escoger es decidir cuáles cosas importantes no se van a ejecutar mientras estoy trabajando en una de ellas.
Es difícil. Es trabajo de todos los días. Me he dado cuenta que yo creía (creo todavía) que una buena vida es la que no tiene arrepentimientos, entonces tratamos de no escoger porque creemos que arrepentirnos es el resultado de haber tomado una mala decisión.
Pero, ¿cómo cambia la manera en que escogemos si aceptamos que arrepentirnos es necesario para poder vivir una vida plena?
Sólo podemos caminar un camino en la vida, eso implica que hay otros caminos que estamos decidiendo no tomar. Y cómo no podemos predecir el resultado del camino que escogimos ni los que decidimos no seguir, siempre vamos a tener un grado de arrepentimiento.
(Y cuando hablo de arrepentirnos no lo hago desde el sentimiento religioso de tristeza y derrota, sino desde un lugar de estar en paz con saber que hay otras vidas que podríamos estar viviendo).
El enfoque no es sólo escoger lo que queremos, sino escoger de qué nos vamos a arrepentir.
Me ha ayudado mucho entender que no estoy escogiendo una cosa entre 37 cosas que me parecen importantes y épicas. Estoy escogiendo 36 cosas que, aunque sean importante y épicas, no voy a poder hacer (por ahora) si quiero hacer 1.
Estoy aprendiendo a tomar decisiones no por las vidas que quiero vivir (son demasiadas vidas épicas que quisiera vivir) sino tomar decisiones por la vida sin la que no podría vivir.
**Ejercicio que me ha ayudado: en mis journaling de la mañana escribo sobre cómo sería mi vida mañana o dentro de 1 año sin una de las opciones que estoy dejando de escoger. Háganlo. Puede ser que se den cuenta que esas cosas que no quieren dejar ir no cambiarían tanto su vida.
Cero spam. Sólo mis mejores ideas y de vez en cuando anuncio de productos épicos diseñados para ayudarles a diseñar sus vidas y/o mejorar sus habilidades de negocios.