She brought so much love, energy, and cheerfulness to the work that she could not but succeed. — Louisa May Alcott
¡La habilidad más subvalorada para lograr cosas épicas en la vida es el entusiasmo!
Poder tener entusiasmo, energía o manifestar emociones positivas en situaciones en las que estamos tomando acción o interactuando con otras personas nos va a llevar a ser más exitosos y sentirnos mejor con ese éxito.
Es un tema científico. Biológicamente nos gusta estar alrededor de gente que nos cae bien, de gente que tiene buena energía, de gente que creemos que está feliz de estar alrededor de nosotros. Pero también neurológicamente, las emociones positivas y energía que tengamos cambia cómo funciona nuestro cerebro y cómo tomamos acción.
No voy a pretender sentarme aquí y decirles que siempre tienen que estar felices y de alta energía. Es imposible siempre estar así y puede haber muchas razones clínicas por las que no se pueda.
Lo que sí les voy a decir es que si pueden manifestar alta energía, entusiasmo y emociones positivas cuando están trabajando solos, con otras personas, en sus hábitos de salud y crecimiento y en sus relaciones, esas partes de sus vidas no sólo van a ser más exitosas sino que también ese éxito los va a satisfacer más.
El director y ganador de un premio Tony del super hit Hamilton, Thomas Kail, dice que su filosofía para escoger actores en sus obras, contratar personal para su compañía de producción y decidir con quién colaborar es: “Energía sobre talento, todas las veces.”
“La vida es dura, el proceso creativo es duro. Ir a trabajar es duro. No quiero hacer que esas cosas sean todavía más duras sumando personas con energía negativa. No me interesan esas personas. No me importa cuánto talento tengan, su humanidad y su energía son más importantes que el talento. Siempre que pueda escoger, voy a escoger energía sobre talento. Siempre.”
El entusiasmo funciona porque la energía contagia. Literalmente existe un fenómeno llamado “contagio emocional” que dice que tendemos a adoptar las emociones y energía de la gente que nos rodea — una característica evolutiva de una especie tan social como los humanos. Ese rasgo evolutivo nos lleva a preferir a la gente que nos contagia de emociones positivas y energía porque es más útil para nuestra supervivencia y crecimiento como grupo.
El entusiasmo funciona porque señala que el trabajo que va a hacer lo energiza porque es imposible tener alta energía por algo que no nos importa de alguna manera. Y las personas quieren estar alrededor de otras personas que comparten su misión.
El entusiasmo también funciona porque señala optimismo, señala que usted cree que las cosas van a salir bien y si salen mal que las va a poder resolver porque es un tema que le entusiasma. Y la gente quiere trabajar con personas que creen que las cosas van a salir bien.
Traer entusiasmo y energía a la mesa va a mejorar cómo otras personas interactúan con nosotros, va a mejorar el resultado de esa interacción, pero además nos va a hacer sentir más felices con esa interacción.
Al final de los 70s la psicóloga Alice Isen llevó a cabo un experimento en que ponía a 2 grupos de personas a resolver un problema creativo difícil (el famoso problema de la candela). A un grupo le dió una bolsa de confites antes del experimento y al otro no.
Muchas más personas del grupo que recibió los confites pudo resolver el problema y mucho más rápido que el grupo que no recibió los confites.
La tesis de Isen era que el grupo que recibió los confites, ya fuera que se los comieran o no, iban a estar de mejor humor y con más energía (ya fuera por el azúcar o por la felicidad de haber recibido un regalo) que el otro grupo. Esa energía extra, creía Isen, iba a afectar su rendimiento.
Isen concluyó que sentirnos bien y tener más energía tiene mucho más valor que sólo sentirnos bien en ese momento — sentirnos bien y tener más energía afecta cómo pensamos y actuamos.
Barbara Fredrickson, una de las líderes de la teoría de Psicología Positiva, ha investigado mucho sobre cómo las emociones positivas ligadas a tener mayor energía afectan nuestros procesos cognitivos.
Cuándo estamos de buen humor y cuando nos sentimos bien tendemos a ver nuestro contexto de manera mucho más amplia que cuando sentimos emociones negativas. Eso nos lleva a considerar muchísimas más opciones y tener un rango mucho más grande de posibles oportunidades para pensar y actuar.
Fredrickson también descubrió que cuando tenemos más energía y más emociones positivas estamos más dispuestos a tener experiencias nuevas y somos mucho más capaces de integrar información nueva que recibimos (o sea, somos más capaces de aprender y crecer).
Frederickson llamó a este proceso la teoría de “abrir y construir” que se deriva de las emociones positivas. Cuando nos sentimos bien, nuestros cerebros se “abren” para recibir más información y considerar más posibilidades. Además, cuando nos sentimos bien, construimos una reserva de recursos mentales y emocionales que podemos usar en el futuro: resiliencia, creatividad, habilidades de resolver problemas, conexiones sociales y salud física.
En sus experimentos, Frederickson también notó que las personas que tienen energía más alta reportaron niveles de estrés muchísimo más bajos que las personas que tenían energía baja.
¡Poder subir nuestra energía y sentirnos bien es un perfecto ejemplo de un Ciclo Virtuoso!
Sentirnos bien nos abre la mente, nos construye habilidades épicas y además nos reduce el estrés, lo que hace que para nuestras próximas experiencias sea más fácil estar con energía alta y sentirnos bien y perpetuar ese ciclo positivo.
¿Tener más energía y entusiasmo en serio nos hace más exitosos y, por ende, más felices?
En el 2005 un equipo de psicólogos que querían contestar esta pregunta estudiaron todos las investigaciones y experimentos que pudieron sobre la relación entre la felicidad y el éxito. Analizaron 225 estudios con data de más de 275,000 personas.
Lo que concluyeron es que las personas que reportan más alta energía, entusiasmo y emociones positivas no solo son más sociables, optimistas y creativas sino que también logran más de las cosas que quieren.
Los estudios demostraron que las personas que reportan altos niveles de entusiasmo y emociones positivas logran relaciones personales más satisfactorias, reportan salarios más altos y éxitos profesionales.
¿Será que nos hemos equivocado en cómo creemos que vamos a ser felices? No es después de nuestro éxito o nuestros logros que nos van a hacer sentir bien y tener más energía. Sentirnos bien y tener más energía nos va a hacer más exitosos.
Nuestro entusiasmo y nuestra energía, más que nuestras habilidades técnicas, inteligencia o capacidad es mayor predictor de nuestra felicidad y nuestro éxito. ¡Vale la pena aprender a manifestar entusiasmo!
The world is a very malleable place. If you know what you want, and you go for it with maximum energy and drive and passion, the world will often reconfigure itself around you much more quickly and easily than you would think. — Marc Andreessen
Ahora sí, si tener más energía, ser más entusiasta y sentirse bien es la clave para lograr más cosas, aprender más, tener mejores relaciones y estar más satisfechos:
Cuando tengo que actuar sólo (trabajo, escribir, ser creativo):
Cuando estoy con mi hija:
Ser papá es cansado y a veces uno no tiene energía, lo que he descubierto es que la mejor manera de tener energía con mi hija es dejar de pensar en ser papá y pensar en tener la edad de mi hija 😂 ¡Nunca falla! En una fiesta de cumpleaños yo voy a ser el papá jugando con todos los otros chiquitos en vez de estar sentado con los papás, si vamos a jugar Legos en la casa trato de hacer el Lego más chiva o si vamos a jugar con muñecas me meto full en el personaje. El resultado es energía altísima y mucha más conexión con mi hija.
Cuando estoy con otras personas/pareja/amigos:
Cuando tengo que dar charlas o colaborar/trabajar con otras personas:
¿Cuáles cosas los ponen a ustedes de alta energía? ¿Cómo se pueden entusiasmar y sentirse mejor antes de ir a ver a su pareja o llegar a la oficina para que todos ganen más?
Cero spam. Sólo mis mejores ideas y de vez en cuando anuncio de productos épicos diseñados para ayudarles a diseñar sus vidas y/o mejorar sus habilidades de negocios.
Gracias por leer. Realmente hace una diferencia. Mi meta es ayudar a 5,000 personas a tomar acción en su diseño de vida y sus proyectos profesionales. El año pasado logré apoyar a 1,890 personas a través del newsletter, 300 personas a través de recursos gratis y 217 personas a través de mis talleres, cursos y productos digitales.
