Todos queremos tener 🥇 ideas de oro🥇 todo el tiempo, pero eso no es posible.
Jacob Collier, el supertalento musical, define tres tipos de ideas: oro, plata y bronce.
🥉 Las ideas bronce son las ideas "de relleno", las que componen el 90% de una canción nueva que aunque buenas, no son del otro mundo.
🥈 Las ideas de plata son las que nos levantan los hombros cuando las escuchamos y nos sacan una sonrisa y componen 10% de una canción nueva. "Wow, ¡qué idea tan buena!"
🥇 Las ideas de oro son las ideas que nos impactan, sorprenden y que nos permiten dejar una marca indeleble en la canción. Son las ideas que rompen esquemas, moldes y expectativas y suceden, tal vez, una vez en cada canción o incluso menos que eso.
Según Collier, una buena canción debe contener los tres tipos de ideas y por lo menos 2: ideas de bronce y plata. ¿Pero si las ideas de oro son las mejores porque no construir a base de ideas de oro siempre? Si una canción sólo tuviera ideas que rompen esquemas y nos rompen las expectativas sería difícil entenderlas y muchos menos disfrutarlas.
Además, por su naturaleza, las ideas de oro son las más difíciles de encontrar. Si todas las ideas que uno tiene rompen el esquema, entonces ninguna rompe el esquema. El valor de las ideas de oro es que son escasas.
Ojo: esta idea no aplica solo a componer música, aplica a cualquier aspecto creativo de la vida.
Encontrar ideas épicas y funcionales como las de plata también es complicado, no es algo que pase con regularidad. La mayoría de ideas que tenemos tienden a ser las de bronce, las buenas ideas de relleno, pero esto no significa que sean menos valiosas; simplemente no retan nuestras fronteras sensoriales o mentales tanto como las otras dos. Y eso es justamente lo que queremos porque es muy difícil disfrutar algo o vivir nuestra vida sin constantemente unas ideas épicas de oro y plata nos están retando y rompiendo las estructuras y fundamentos con los que vivimos.
Esta idea de Collier me recuerda al concepto de MAYA (Most Advanced Yet Acceptable, que hemos discutido antes) en que Raymond Lewis expone que las ideas demasiado explosivas no generan problemas porque nuestro cliente o público meta va a tener dificultades intelectuales, pero sobre todo emocionales, para procesarlas, aceptarlas y adoptarlas. A los humanos nos gusta la innovación y las ideas nuevas, siempre y cuando sea suficientemente avanzado para ser novedoso, pero no tan avanzado que nos da miedo o nos confunde.
Si creemos que para ser creativos, creadores y exitosos tenemos que tener ideas de oro siempre nos estamos poniendo en una posición donde vamos a fallar: no solo es imposible tener ese tipo de ideas siempre, sino que no van a producir el resultado que queríamos.
Enfoquémonos en tener ideas funcionales bronce que nos ayuden a nosotros ,y a nuestro público, a aprovechar las ideas de plata y oro cuando las podamos tener.
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