Queremos cambiar. Todos.
No me refiero a cambiar de personalidad necesariamente o cambiar nuestra esencia, pero nadie quiere estar mañana donde está hoy. Nadie quiere que su vida sea estática.
Podríamos también verlo como “crecer”, y para crecer - o cambiar - nos tenemos que mover.
En mis procesos propios de transformación y cuando guío a otras personas en los suyos, ya sea en negocios, entrenamiento o maneras de pensar, he notado patrones en 3 áreas que estoy llamando Espectros de Transformación.
Los Espectros de Transformación son espacios mentales y temporales en los que literalmente nos movemos (o nuestros pensamientos y modelos se mueven) para generar transformación - idealmente positiva.
Pueden usarlos para visualizar el estado en que están y como barómetro para saber si se van moviendo hacia la dirección correcta.
Cuando comenzamos cualquier proyecto nuevo estamos trabajando con "supuestos", que son todas las cosas que asumimos o que creemos pero que no podemos evidenciar con datos duros.
Y esto está bien. Si tuviéramos que justificar cada creencia en la que basamos el inicio de un proyecto nunca comenzaríamos.
Nuestro trabajo como como personas que quieren crear la vida que quieren vivir (diseño de su vida, emprendimiento, arte, etc) debe ser buscar movernos en el espectro buscando más confianza en datos, justificaciones y modelos para tomar decisiones.
Está bien comenzar sin información, con intuición o motivación pero es nuestra responsabilidad buscar justificar nuestras decisiones, cambiarlas basadas en conocimiento nuevo y generar cada vez más confianza en el uso de nuestros recursos para este proyecto.
La meta no es estar 100% seguros, eso es imposible. Ni siquiera es estar MUY seguro. Nuestro trabajo es sólo estar más seguro en que estamos tomando decisiones con confianza.
Esto aplica para nuevos negocios, nuevas relaciones, nuevos proyectos de salud, educación, etc.
Comenzar algo nuevo significa que estamos tomando una acción (o varias) que nunca hemos hecho antes.
Además, la carga emocional de iniciar un proyecto es alta, por lo que no recomiendo comenzar nada queriendo "ser originales" o "únicos" tomando acciones que son no solo nuevas para nosotros sino nuevas en general. No están probadas, nadie sabe qué resultados van a generar.
Para un proyecto completamente nuevo para nosotros deberíamos de buscar lo que otros ya han hecho e imitarlos.
"Imitar" nos hace sentir inseguros. Nos preocupa que otras personas crean que somos unos copiones o que no sómos suficientemente talentosos o inteligentes como para hacer algo único y original. Más que eso, nos preocupa que nosotros mismos pensemos que no somos suficientemente buenos. Este sentimiento es fuerte, tan fuerte que lleva a que queramos hacer algo diferente, y es tan nuevo y diferente que es paralizantemente difícil.
No deberíamos de sentirnos inseguros por “imitar” cuando comenzamos un proyecto nuevo, más bien deberíamos de sentirnos mucho más seguros. Comenzar “imitando” significa que estamos haciendo algo "probado" que permite acelerar la acción con menos fricción y generar los primeros resultados.
Eso sí, “imitar” es una catapulta para iniciar nuestro proyecto. Generar resultados a largo plazo requiere desarrollar nuestra propia visión y manera de hacer las cosas.
Para lograr esto tenemos que comenzar a analizar y "entender" por qué esas acciones “imitadas” funcionan y cuáles partes no nos funcionan, o podrían funcionar mejor, a nuestro contexto único. Si bien las acciones de otros pueden ayudar a comenzar, no están para nuestros contextos, recursos, debilidades, fortalezas y visión de mundo, por lo que tenemos que trabajar para hacer el movimiento en el espectro hacia nuestras propias decisiones.
Tener ideas es parte de la herencia de ser humano: aunque no queramos estamos teniendo ideas siempre.
Esas ideas son combinaciones de imágenes, sonidos, pensamientos, conexiones. Son abstractas y en su forma natural y en ese estado no pueden generar impacto. Lo que no podemos especificar, tocar, describir de manera sencilla no se puede manifestar y si no se puede manifestar puede crear impacto en nosotros mismos, pero no en otros.
Los procesos que conducen a generar impacto y valor con las ideas son complejos e incómodos porque la única manera de lograr es aclarar y especificar conceptos abstractos a través de desarrollo interno que requiere práctica, tiempo y a veces de sentirnos bien tontos.
Crear impacto con nuestras ideas requiere movernos en el espectro hacia las versiones más claras. Ese movimiento es una práctica de toda la vida y eso, justamente, es lo que lo hace tan buen ejercicio para crecer.
Cero spam. Sólo mis mejores ideas y de vez en cuando anuncio de productos épicos diseñados para ayudarles a diseñar sus vidas y/o mejorar sus habilidades de negocios.