La confianza, en gran parte, es una profecía autocumplida.
La confianza para hacer cosas se genera cuando sentimos que podemos hacerlas. Eso significa que si hacemos más cosas tendríamos más confianza, ¿pero para poder hacerlas no necesitamos confianza? Sí y no. Podemos hacer cosas sin la más mínima confianza - sobre todo si son cosas que sabemos que nadie va a a ver. De ahí que si podemos hacerlas, aún sin tener confianza, vamos a generar confianza.
Suena como un acertijo, yo sé, pero así es. No necesitamos confianza para generar confianza. Con sólo querer tener confianza es suficiente. No digo que sea fácil, pero así funciona.
Funciona igual para tener confianza en quienes somos. La confianza de identidad se genera cuando sentimos que actuamos como cierto tipo de persona. Confío en mi seguridad cuando actúo como una persona segura. Confío en mi creatividad cuando actúo como una persona creativa y confío en mi disciplina cuando actúo como una persona disciplinada.
Lo interesante es que al igual que la confianza de hacer, puedo actuar como la persona cuya identidad quiero sin sentir confianza. Puedo madrugar, aunque no me sienta madrugador, o entrenar, aunque no me sienta como una persona que entrena. Y el acto de hacer esas cosas me genera la confianza que necesito para seguir haciéndolas.
"Fake it till you make it" es real. Sonrían cuando no se sienten felices y vean como se van a sentir más felices. Madruguen un día y vean cómo es más fácil el segundo.
La confianza, en gran parte, es una profecía autocumplida.
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