Usamos la palabra difícil todo el día todos los días pero lo hacemos de una manera que no nos ayuda porque usamos una sola definición de "difícil".
Es que "difícil" no es un término absoluto, sino que es relativo. Depende de la persona, de la acción o contexto y de factores externos.
Por ejemplo, todo el mundo está de acuerdo que escalar el Everest es difícil. Pero si lo dejamos en eso estamos dejando de lado muchísima información que nos permite analizar, tomar decisiones, actuar, etc.
Para todo el mundo escalar el Everest es difícil porque requiere un esfuerzo físico gigante, ¿verdad? Pero para Nims Purja (múltiples records mundiales de alpinismo) es difícil pero no tan difícil como es para mí, ¿también verdad? Incluso para Nims es más difícil si hay una tormenta que si es un día soleado aunque el día soleado también es difícil, ¿triple verdad? ¡No deberíamos usar el mismo "difícil" para todos esos casos!
"Difícil" debería de ser una función que tome tome en cuenta el esfuerzo, mis habilidades, los recursos a mi disposición y factores externos que no puedo controlar (como el clima, leyes u otras personas).
Me inventé esta ecuación para poder medir dificultades diferentes en mi vida (esto es lo que deja haber estudiado ingeniería 👷🏻♂️):
Entonces "difícil" tiene niveles: una situación puede requerir mucho esfuerzo pero si la probabilidad de éxito es alta entonces no es tan difícil que algo que requiera menos esfuerzo pero tenga una probabilidad de éxito baja. Y esas cosas cambian de persona en persona y de situación en situación.
Por ejemplo comparemos la dificultad de ganarnos la lotería vs la dificultad de montar un negocio exitoso:
Los dos son difíciles, pero no son igual de difíciles. Uno quiere mucho más esfuerzo que el otro, pero la probabilidad de éxito de uno es muchísima más baja que el otro. Son difíciles, pero ahora tenemos mucha más información para tomar una mejor decisión más allá de una "dificultad" general.
Algo que requiere muchísimo esfuerzo puede ser menos difícil que algo que requiere poco esfuerzo, pero en la vida tendemos a escoger el menor esfuerzo porque ignoramos el resto de la información.
Por ejemplo, escribir todos los días no es fácil, pero no es tan difícil porque tenemos una probabilidad alta de lograrlo. Postear en redes sociales, correr una maratón, buscar un puesto más alto en el trabajo, dejar de quejarnos, entrenar y comer bien - ¡todas son cosas que son difíciles pero que nos damos cuenta con el resto de la información que sí podemos hacer!
Hablar de "difícil" en absoluto le da tanto poder a la palabra que nunca tratamos de hacerlo, pero si definimos difícil diferente, ¿cuánto más nos averturaríamos a hacer para cambiar nuestra vida?
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