Es imposible hablar de Diseño de Vida sin hablar de arrepentirnos o decepcionarnos con decisiones que tomamos.
Hace poco escuché a Dan Pink en un podcast hablando sobre su libro nuevo "The Power of Regret" y dijo una línea que me marcó: "Hay una diferencia entre el arrepentimiento y la decepción, el arrepentimiento requiere acción."
Creemos que en la vida tenemos que evitar arrepentirnos, pero lo que deberíamos de evitar es decepcionarnos.
La diferencia, dice Pink, es que nos arrepentimos cuando tomamos una acción en lugar de otra. Aún cuando tomamos una decisión que sale bien podemos arrepentirnos de no haber tomado otra (ie. me casé y tuve una hija y es una familia épica, ¿pero qué hubiera pasado si me hubiera quedado viviendo en Australia en mis 20s?). El arrepentimiento puede ser a causa de algo que salió mal o bien, pero la clave es que nos arrepentimos de tomar acción y decidir actuar siempre es bueno (ver idea 1).
Decepcionarnos es una consecuencia de no tomar acción. Nos decepcionamos de las acciones que no tomamos, de ser pasivos, de vivir en "modo default".
Hay dos ideas que me sirven para decepcionarme menos (ie. tomar más acción):
No podemos no arrepentirnos en la vida. Nos arrepentiremos de tomar decisiones que hoy salieron bien igual que con las que salieron mal, pero tomamos acción. Pero sí podemos es evitar decepcionarnos por no tomar acción.
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