Nuestra aversión a la pérdida es peligrosa

Sentimos las pérdidas más de lo que sentimos las ganancias.

De hecho, en estudios se ha demostrado que le damos el doble de valor a un pérdida que a una ganancia del mismo valor absoluto. O sea, nos da el doble de medio perder que la esperanza que nos da ganar.

Esto se llama "aversión a la pérdida" y es una realidad sumamente importante para nuestras decisiones de diseño de vida.

Es fácil de entenderlo en el contexto de una apuesta: "tiro una moneda, si sale corona yo le doy $10 que usted antes no tenía (ganancia), si sale escudo usted me da $5 (pérdida)." Aunque la ganancia sea el doble de la pérdida, la grandísima mayoría de la gente no jugaría. La oportunidad de ganar es más grande y, de hecho, si hacemos la misma apuesta 100 veces ud tiene 99.99956522% de probabilidades de ganar dinero. Aún así la mayoría de la gente no jugaría.

¿Cómo se podría ver esto en nuestra vida? ¿Qué tal cuando escogemos una carrera universitaria? Si estudiamos lo que realmente queremos, digamos artes plásticas o música, podríamos ganar una vida siendo felices persiguiendo nuestra meta de vida. Pero si no estudiamos una ingeniería estamos sacrificando una vida con finanzas estables.

Yo trabajo con mucha gente de 30-45 años que busca diseñar mejor su vida y la gran mayoría dice que prioriza su felicidad sobre más dinero, entonces ¿por qué escogeríamos la carrera con más dinero sobre la carrera con felicidad cuando tenemos 17 años?

Una de las razones es porque a los 17 no sabemos nada :) pero la otra es por este modelo mental de "aversión a la pérdida" que tenemos. Es una realidad de ser un mamífero homo sapiens, no es que tengamos nada mal pero, al mismo, tiempo es una realidad que ya no nos ayuda (antes sí).

Entonces, cuando estén pensando en decisiones, piensen si prefieren tomar la decisión para no perder o para ganar. No digo que haya que escoger siempre para ganar, todo depende, pero es un ejercicio épico.