Nuestra formación es en procesos 2D.
La formación académica, y para muchos la profesional, que hemos llevado por décadas nos enseñó a trabajar así. Hay un proceso, hay una serie de pasos claros y un producto final claro. Nuestra meta es ejecutarlos al máximo de nuestras habilidades, pero el proceso está ahí.
Eso no es malo, para nada. Saber ejecutar proyectos de este tipo es mega valioso. Pero ¿qué pasa con los proyectos que no son lineales?
En emprendimiento, creatividad y en la mayor parte de nuestra vida los procesos son en 3D. No hay una secuencia lineal de pasos, son proyectos multivariables con muchas cosas cambiando a la vez.
Lo que aprendo/ejecuto en Paso 1 puede ser que cambie cuando haga el Paso 3. Y lo del Paso 5 me va a ayudar a reforzar el Paso 2. Es más no sé cuál es el paso 4 todavía.
No sabemos como resolver este tipo de problemas. Nos gusta la ilusión de que hay un proceso 2D para todo. Nos leemos los libros y nos metemos a los cursos que nos prometen darnos esa receta lineal. Pero es solo eso, una ilusión.
Para entrenarnos en los procesos 3D tenemos que comenzar a aprender a trabajar con sentimiento de inseguridad, dudas, con una mentalidad de detective más que de ejecutar de un proceso. Tenemos que aprender a trabajar con información incompleta y volver a los pasos anteriores cuando entendamos cosas. Tenemos que aprender a poder crear nuestro propio camino para ejecutar proyectos.
Sobre todo tenemos que aprender que está bien que no haya una secuencia definida y que está bien devolverse y volver a intentar cuando algo no funciona.
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