¿Se puede del todo?
Después de 10 años enseñando procesos creativos de negocio, de pensamiento y de diseño vida he llegado a la conclusión de que la creatividad se puede enseñar tanto cómo se puede enseñar a “no tener miedo”. O sea, puedo enseñar a un estudiante los conceptos y filosofía, puedo guiar una práctica creativa y dar feedback, pero no le puedo dar una receta o hacer el trabajo por él.
Yo veo el proceso de aprender creatividad como un camino en la jungla. Yo, como profe, puedo ser el guía y enseñar el camino, pero requiere del esfuerzo propio del estudiante de querer caminarlo y, sobre todo, de creer que el camino es lo suficientemente importante como para hacer el trabajo difícil de sobrellevar los obstáculos que se va a encontrar.
Por más que el guía le enseñe que tiene que saltar al otro lado del río o pelear contra el gorila o escalar la montaña, nadie puede obligar al estudiante a hacerlo. Tiene que querer. Si no quiere puede ir a buscar un puente a 10km para cruzar el río, esconderse del gorila o hacer un campamento a la base de la montaña y quedarse ahí….para siempre.
Aprender creatividad, como la mayoría de las cosas humanas importantes en la vida, no depende del profesor sino que depende del estudiante. Es una de esas cosas que no se puede enseñar, pero que un estudiante puede definitivamente aprender con la guía de alguien que lo ha aprendido antes.
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