"Tienes poder sobre tu mente, no sobre eventos externos. Date cuenta de esto, y encontrarás fuerza." - Marco Aurelio
Una de las cosas más valiosas que he aprendido del estoicismo es que es inútil poner energía en las cosas que no podemos controlar, porque independientemente de cuánta energía pongamos los resultados no dependen de nosotros.
Otra manera de verlo es que hay paz (y hasta felicidad) en poner toda nuestra energía en lo que sí podemos controlar, sabiendo que no podemos cambiar lo demás. Porque no depende de nosotros.
En momentos donde los contextos en que existimos cambian, si no podemos afectarlos, no vale la pena dedicarles energía. El contexto es el que es, nos guste o no. Cambió o va a cambiar, nos guste o no. Si podemos irnos (algo que podemos controlar), nos podemos ir (dedicarle energía). Si no podemos irnos (porque no podemos controlarlo), podemos decidir hacer lo mejor de la situación que tenemos (dedicarle energía a lo que sí podemos controlar).
Hoy en mi país, Costa Rica, amanecemos con nuevo presidente. Un nuevo contexto, 99.9% del cuál no podemos controlar. Esto lo escribo sin saber quién es el nuevo presidente, pero desde ya tomé la decisión de hacer lo mejor de la situación en lo que sí puedo controlar (la relación con mi hija, mi familia, mi trabajo, mi salud, mis relaciones, mis metas). O sea, decidí dedicarle mi energía sólo a lo que puedo controlar y no perder la paz.
*Esta idea estóica aplica para sus trabajos, familias, las noticias, el precio del dólar y las redes sociales.*
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