Hicimos todo bien.
Escogimos metas de acuerdo a nuestro Diseño de Vida, entendemos lo que requiere alcanzarlas e hicimos un plan.
El primer día de nuestro nuevo camino hacemos todo lo que tenemos que hacer, pero no vemos un cambio. Nos sentimos mal, con miedo, ansiedad. Nos cansamos entrenando, no logramos escribir el artículo, la gente nos sigue viendo raro.
¿Qué pasa?
Por más que actuemos exactamente como debemos al inicio del cambio, por más que actuemos como la "versión perfecta" o la "versión acertada" no podemos cambiar, en el instante, el trabajo "imperfecto" o "descarrilado" que hicimos por meses, años o hasta décadas cuando éramos la versión pasada de nosotros mismos.
Si comimos mal por año, más que actuemos perfectamente la primera semana, no vamos a vernos "perfectos". Igual para ejercicio, escribir y cualquier otra cosa que queramos comenzar.
Sabiendo esto es importante confiar en el proceso y confiar en que estamos tomando las acciones "perfectas" aunque no se sienta, o se vea o se perciba perfecto (ni bien) en el momento.
No juzguemos al "yo" de hoy porque está cargando las consecuencias de las acciones mal en caminadas del "yo" del pasado. No lo juzguemos por cómo se ve o los resultados del día, solo juzguémoslo por las acciones y el esfuerzo.
Tampoco confíe en lo que la gente de afuera ve, porque esa gente no ve sus acciones acertadas y mentalidad nueva, solo ve a su "yo" pasado.
Cero spam. Sólo mis mejores ideas y de vez en cuando anuncio de productos épicos diseñados para ayudarles a diseñar sus vidas y/o mejorar sus habilidades de negocios.